Empresas de energía solar en Colombia

La capacidad total de energías renovables del mundo ha aumentado en un promedio de 8% en los últimos diez años. Hasta ahora, el conjunto de inversiones en energía renovable fluye cada vez más hacia mercados emergentes, por lo que una porción significativa fluye con energía eólica y energía solar en Latinoamérica. Las inversiones totalizaron alrededor de USD 54.000 millones entre 2012 y 2015, y la mayor parte de esas inversiones en Latinoamérica ocurrió en Brasil, Chile y México (IRENA).

Desde hace un tiempo, la energía renovable en América Latina utiliza la energía hidroeléctrica como papel importante en la generación de energía eléctrica. Por lo tanto, las energías renovables ya representan aproximadamente el 25% del suministro de energía, asumiendo la energía hidroeléctrica como energía renovable. Esto duplica la cifra global y la proporción de energía renovable que existe en los Estados Unidos. A pesar de las políticas, la Matrix energética de energía y la dinámica del comercio de energía difieren entre los países de Latinoamérica, donde hay una clara superposición de incentivos y obstáculos a la energía renovable.

Queremos analizar esas oportunidades y amenazas que obstaculizan el desarrollo de la energía renovable en Latinoamérica. La atención se centra en países como Chile, México, Colombia, Argentina y Brasil, que en total representan alrededor del 77% del consumo total de energía, y en promedio del 75% de la capacidad total de energía renovable en Latinoamérica (figura 1).

 

Es claro que hay tres países: Brasil, México y Colombia, que seguirán siendo importantes productores y exportadores de crudo de petróleo, en el pasado le correspondió a Argentina.

El país está en una coyuntura donde gran número de empresas de energía solar en Colombia han aterrizado y detectado una serie de oportunidades de proyectos de energía no convencional en general. Ha tomado un gran impulso este tipo de tecnología de energía solar en ciudades como Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Pasto, Cartagena, Barranquilla, Bucaramanga, Cúcuta, Villavicencio, Neiva, Ibagué, Pereira, Tunja, Arauca, Yopal, Manizalez, Armenia, Popayán, Mocoa, Leticia, Florencia entre otros donde con paneles solares se evidencia una gran cantidad de proyectos de energía solar en Colombia, así como de energía eólica en proceso de registro y en ejecución, gracias a los nuevos incentivos del gobierno colombiano.

La posición geográfica y los recursos naturales que posee Colombia representan una promesa para integrar la energía solar en su red eléctrica. Sin embargo, también hay grandes desafíos. Colombia ofrece condiciones de ensueño para los generadores de energía solar y eólica, debido a los altos niveles de radiación solar al estar cerca de la línea ecuatorial, tres cadenas montañosas andinas de gran altitud donde hay buenos niveles de velocidad de viento, así como grandes zonas costeras, en especial en el Caribe colombiano, con vientos de gran velocidad.

A pesar del primer intento de Colombia de subastar contratos de energía solar y eólica terminó sin un resultado en tiempos recientes, después de que el gobierno dijera que, debido a que gran diversidad de empresas de energía solar en Colombia en departamentos como Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Santander, Nariño, Bolívar, Atlántico, Guajira, Chocó, Meta, Tolima, Caquetá, Caldas, Quindío, Risaralda, Huila, Putumayo, Amazonas, Sucre, Córdoba, Cesar, Magdalena, Cauca, San Andrés entre otros que no cumplieron con los requisitos, los proyectos habrían terminado en manos de muy muy pocas empresas de energía renovable. Los proyectos de energía renovables en Colombia también requieren una importante implementación de infraestructura y el apoyo de comunidades locales, minimizando el impacto con el medio ambiente. El desarrollo de energías renovables en Colombia ayudará a asegurar la red eléctrica del país con una energía más confiable, debido a que el fenómeno climático como «El Niño» se podría intensificar en respuesta al calentamiento global y cambio climático, causando períodos de fuertes lluvias y períodos secos, que afectan la dependencia de Colombia de la energía hidroeléctricas, donde el recurso principal es el agua.

Hace una década había no más de diez importantes empresas de energía solar en Colombia, hoy existen más de un centenar de empresas que han realizado diversidad de proyectos de energía solar y eólica en pro del desarrollo de este tipo de soluciones y en colaboración de la diversificación de la matrix energética en la nación. Donde Solen fue una de las pioneras empresas de energía solar en Colombia. En los momentos actuales, menos del 1% de la matrix energética de Colombia es obtenida de fuentes renovables no convencionales, como la eólica y la solar, mientras que el 70% proviene de centrales hidroeléctricas y el otro 30% de fuentes fósiles como el gas y el carbón.

El gobierno colombiano ha anunciado que, para los próximos años, el objetivo es alcanzar el 30% para renovables no convencionales para el año 2030, lo que también apoyaría a Colombia a lograr su objetivo de reducir las emisiones de C02 en 67 millones de toneladas para ese año. Para que la energía renovable en Colombia logre su objetivo su objetivo, requerirá una inversión privada y pública de $ 6 billones de pesos.

Para esto hay una serie de proyectos de energía solar y eólica en Colombia bajo la figura de acuerdo de compra de energía, Power Purchase Agreement (PPA), lo cual se refiere a un acuerdo financiero en el que un promotor o desarrollador (EPC) se encarga del diseño, los permisos, la financiación y la instalación de un sistema de energía solar fotovoltaico en la propiedad de un cliente sin inversión inicial de este. El promotor o una de las empresas de energía solar en Colombia vende la energía generada al cliente principal a un precio fijo, que generalmente es inferior a la que la tarifa minorista de la empresa comercializadora de energía eléctrica local. Este inferior precio de la electricidad proporciona una compensación contra la compra de electricidad del cliente de la red, mientras que el desarrollador recibe los flujos de ingresos futuros producto de estas ventas de electricidad, así como los créditos fiscales y otros incentivos generados tributarios y arancelarios.

Los PPA suelen oscilar entre 10 y 25 años y el desarrollador o empresa promotora permanece siendo responsable de la operación y el mantenimiento del sistema de energía solar fotovoltaico durante la vigencia del acuerdo. Al final del término del contrato de PPA, las partes pueden extender el periodo del PPA, donde está la opción que el desarrollador se retire el sistema o elegir comprar el sistema de energía solar al promotor.

 

Los PPA proporcionan un medio para evitar los costos de capital iniciales altos de instalar un sistema solar fotovoltaico, así como simplifica el proceso del proyecto para el cliente. Sin embargo, el modelo de PPA enfrenta desafíos regulatorios que regularían a los promotores. Un alquiler de energía solar es otra forma de financiamiento de terceros, que es muy similar a un PPA, pero no implica la venta de energía eléctrica.

En ambos casos, el sistema es propiedad de un tercero, mientras que el cliente final recibe una diversidad de beneficios con un mínimo de costo inicial. Estos modelos de financiamiento de terceros se han convertido rápidamente en el método más práctico y con mínimo riesgo del cliente.

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