La utilización de la energía solar en la costa atlántica o zona Caribe de Colombia está aumentando cada vez más como una alternativa de reducir los costos de consumo de energía eléctrica, de aumentar los niveles de disponibilidad del servicio y tener un grado de autonomía en el servicio de energía eléctrica por medio de paneles solares Barranquilla, sistemas solares fotovoltaicos en ciudades capitales como Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Montería, Riohacha, Valledupar y Sincelejo, así como sus departamentos de Bolivar, Atlántico, Córdoba, Sucre, Magdalena, Guajira y Cesar.
Energías renovables como la solar y eólica hacen parte de este gran potencial que existe en la región del Caribe colombiano. El clima tropical del Caribe, con altos niveles de radiación solar y la proximidad a la línea del ecuador conducen a días largos de luz solar de alta intensidad. Pudiera decirse que es un paraíso para las energías renovables de Latinoamérica y del mundo.
Por ejemplo, en varias de estas ciudades ya se empiezan a ver instalados paneles solares Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, San Andrés Islas, Montería, Sincelejo, Riohacha, Valledupar, así como que municipios que son importantes nombrarlos como Islas del Rosario, Barú, Soledad, Malambo, Malambo, Sabanalarga, Sahagún, Mompóx, Magangué, Turbaco, Arjona, Puerto Colombia, zona del Parque Tayrona, Arjona, Carmen de Bolivar, San Juan Nepomuceno, Tolú, Coveñas, Montelibano, Cereté, Cienaga de Oro, Corozal. En estos sitios hay empresas de energía solar donde venden a buenos precios los paneles solares, baterías de ciclo profundo solar, controladores de carga solares, inversores on grid e inversores off grid o, en su defecto, conectado a la red. Sobre los techos hay una gran variedad de paneles solares en el Caribe colombiano o costa de Colombia, que se divisan y que suplen la energía eléctrica a diversos hogares o empresas.
En un contexto de la energía solar en Latinoamérica, en especial de la región Caribe, algunos otros países del Caribe han tenido éxito con las energías renovables en Latinoamérica. Por ejemplo el Caribe holandés ha liderado el camino en términos de energía eólica, ya que Curazao, Bonaire y Aruba tienen una importante capacidad de generación. La conexión política y económica directa con los Países Bajos ha colaborado con la experiencia técnica y ha habido apoyo económico del gobierno holandés. Jamaica ha podido aprovechar los conocimientos de los países del Caribe holandés en su propio desarrollo de energía solar eólico. En las Islas de Nevis, Santa Lucía y Dominica la energía solar y eólica ha sido desplazada por la búsqueda de desarrollo de proyectos de energía geotérmica, que es otra fuente de energía renovable que tiene potencial en el Caribe. La OEA (Organización de los Estados Americanos) y el Banco Mundial han proporcionado capacidad y apoyo financiero para el desarrollo de proyectos de energía solar y eólica.
Políticas de energía solar en Barbados que está dispuesto a multiplicar su éxito de los calentadores de agua solares a la energía solar fotovoltaica con la introducción de varios pilotos de energía renovable en el Caribe. Esto permite a las personas o empresas que instalan energía solar fotovoltaica para vender su energía a la red a 1,6 veces la carga habitual. Como resultado de estos diversos incentivos, ahora existen más de 300 sistemas solares fotovoltaicos en la isla, y eso se está expandiendo con un crecimiento exponencial.
Es motivador poder apreciar desarrollos como estos, el trabajo de base se ha establecido a través de los esfuerzos de empresas de energía solar en el Caribe y que han sido pioneras en Latinoamérica, donde varias ciudades también continentales han podido crecer dentro de este contexto con la distribución de paneles solares Barranquilla, Cartagena o países como Colombia, México, Panamá, Puerto Rico, Venezuela, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Haití, Cuba, Nicaragua, Surinam, Guyana, Aruba, Curazao, Bahamas o dentro del estado de la Florida en Estados Unidos, donde hay empresas de energía solar en Miami, Florida que distribuyen equipos de energía solar como paneles solares Miami para toda la región de Latinoamérica, que contribuyen al progreso de esta región espectacularmente hermosa pero vulnerable en el desarrollo de una economía verde como la energía solar y eólica para que florezca.
Los sistemas solares fotovoltaicos también brindan una oportunidad para que las comunidades aumenten su resistencia a los daños causados por fenómenos de la naturaleza como los huracanes, maremotos, lluvias y al clima severo al volverse menos dependientes de la red eléctrica de servicios públicos. Las estimaciones en 2017 de las Naciones Unidas indican que los costos de recuperación en las Islas del Caribe del huracán Irma y el huracán María sumarán más de USD$ 5 mil millones, una cifra muy significativa.
Para aumentar la resiliencia, los sistemas solares fotovoltaicos ofrecen una opción rentable para reconstruir la infraestructura, así como averías o indisponibilidades de la energía eléctrica. Si la red eléctrica no es funcional después de la tormenta, es necesario la presencia de los sistemas fotovoltaicos con tecnología de almacenamiento que proporciona energía a las viviendas y empresas públicos de forma autónoma. La tecnología de almacenamiento de la batería puede alimentar los edificios durante varios días mientras se realizan las reparaciones a la red eléctrica convencional; por ejemplo, la instalación de paneles solares Barranquilla ha permitido que bajo fuertes aguaceros y arroyos presentes el fluido eléctrico no se interrumpa en ciertas casas y edificios de esta ciudad caribeña. Otro beneficio es la descentralización de la infraestructura de energía eléctrica, que a través de la instalación de paneles solares en Latinoamérica ofrece soluciones rápidas y asequibles para que región funcione normalmente después de un desastre natural.
Los sistemas solares fotovoltaicos también son una opción inteligente y confiable para el Caribe porque están diseñados para soportar condiciones climáticas severas tanto de lluvia, salinidad, vientos rápidos y alta temperatura. Las estanterías están diseñadas para soportar vientos de altísima velocidad y los paneles solares fotovoltaicos se prueban para soportar el impacto de las lluvias fugaces de alta intensidad, e incluso el granizo. Ahora, algunos fabricantes de paneles solares para Latinoamérica producen módulos de doble pared para agregar otra capa de protección del mismo, acompañados estos equipos donde hay paneles solares, aerogeneradores, colectores solares, baterías solares, inversores solares, y en general, sistemas solares fotovoltaicos existan muchas garantías y pólizas de seguro que ayudan a reducir el costo de las reparaciones después un incidente de la naturaleza.
Las comunidades del Caribe con sistemas de energía eléctrica descentralizados son más resistentes después de un incidente de la naturaleza como tormentas, arroyos, lluvias torrenciales y huracanes porque tienen sus propias fuentes de energía, donde menos control de daños causados conduce a un tiempo de recuperación más rápido y práctico. También existe la oportunidad de solución de que los grandes edificios públicos que actúan como refugios de emergencia sean con energía eléctrica, lo que permite servicios médicos funcionales, la conservación de alimentos perecederos y, en algunos casos, incluso el aire acondicionado eléctrico con energía solar. El acceso más fácil a servicios médicos, agua potable y alimentos frescos ayuda a las personas y comunidades a reanudar sus actividades regulares después los desastres naturales.
Soluciones de energía solar fotovoltaica por medio de empresas de energía solar en Latinoamérica han aportado al desarrollo de la energía solar en Colombia, en especial por medio de la venta y distribución en gran medida de paneles solares Barranquilla, que es la principal ciudad del Caribe Colombiano.
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